1968
prometía ser un año interesantísimo, tanto nacional como internacionalmente y
por supuesto, a nivel personal también.
Para
inicios del año cursaba todavía tercer grado, el nuevo año escolar comenzaría
en septiembre, el cuarto grado, con el hermano José Luis Campo como maestro
guía. Conversando con algunos de mis compañeros de clase, me hicieron saber que
como co-guía estaba el profesor Medina, me da vergüenza decirlo, pero por mucho
esfuerzo que haga no puedo acordarme de él, me dicen que fue un buen maestro y
eso es lo que me entristece, ¿cómo es que no lo recuerdo?.
En
cuarto grado entraron algunos alumnos venidos de colegios más pequeños que solo
tenían hasta tercer grado, entre ellos estaban Alejandro Pimentel y Leonardo González,
el popular Leo.
Mi
hermana Gisela estudiaba en el Colegio La Merced, ya que el Colegio La Asunción
solo tenía hasta 6to grado. Siempre me ha dicho que su profesora favorita era
Pilar De Oteiza, que le daba Historia Universal. Mi hermano Jorge estudiaba en
un kinder que quedaba en el sector Tierra Negra, no nos acordamos del nombre,
pero la directora se llamaba Melva. Jorge era el tremendo de la familia, pero
creo que también disfrutó mucho esa escuelita.
Nuestra
calle 61A
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Calle 61A con Av 13A (foto reciente) |
De
compras en los Todos, los Victoria y los VAM
En aquellos tiempos, hacíamos nuestras compras en los supermercados Todos, que años
después pasaron a llamarse CADA, pero eran la misma cadena. Habían muchos de
ellos, lo que más me gustaba de los supermercados Todos eran las maquinitas
dispensadoras de una especie de cepillados de cola y de uva, en algunos de
ellos vendían unas “roscas” muy sabrosas que las metían en unas bolsitas azules
de doble capa. Pero nosotros éramos más asiduos a los
supermercados Victoria,
de la Casa París. El que más recuerdo es el que quedaba en Bellavista con la
calle 65, donde hoy hay un restaurant chino. Era el Supermercado Victoria
número 5. El último supermercado Victoria que recuerdo era el que estaba en
Delicias Norte, que lo derrumbaron para hacer el Bingo “7 stars”, justo al lado
del Centro Comercial Paseo Delicias, o Delicias Norte como es más conocido.
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Supermercado todos (antes de 1968) |
La
tienda por departamentos preferida era VAM, especialmente la que quedaba al
final de Bellavista, donde hoy está el Farmatodo. Había otro VAM en la calle 78
(Doctor Portillo). La otra tienda por departamentos era Sears en la avenida 22
con avenida 20.
El
Rincón Boricua, los cepillados de Jesús Ríos y el autocine.
Una de las salidas los sábados en la nochecita, era ir a comer pollo a la
canasta en un lugar llamado El Rincón Boricua, cuando estaba en la
universidad me encontré con un muchacho que me dijo que sus padres fueron los
dueños de ese restaurant, y se llamaba así porque ellos eran de Puerto Rico.
Nos gustaba el sitio
porque era al aire libre y en la parte posterior había una
pantalla donde pasaban a Los Tres Chiflados, los de Larry, Curly y Moe.
Pero especialmente porque en la parte de enfrente, había un mini pista de
carritos eléctricos que funcionaban con monedas, creo que con las de dos
bolívares. El Rincón Boricua quedaba en la avenida 23 entre las calles 66 y 67.
Después fue el Club de El Tablazo.
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Menú (foto Susan McClurg Berman) |
Casi
todos los sábados salíamos a pasear en el carro de mi papá por las calles de la
ciudad, nos gustaba mucho ir por la recién construida urbanización Los Olivos,
una cosa curiosa era ver el haz de luz de la torre de control del aeropuerto
Grano de Oro llegar hasta las casas y árboles. Paseábamos por la avenida 5 de
Julio, Bellavista, la calle 72 y casi siempre terminábamos el recorrido con una
parada en la ya mencionada heladería Alfa o en los cepillados del popular Jesús
Ríos, yo siempre pedía el de naranja, era tan natural que ¡hasta tenía las
semillas!. Los cepillados de Jesús Ríos ya son toda una tradición marabina, y
aun existe, está en la calle 89E con la avenida 7A.
Ahora
que lo pienso, parecería un pelín aburrida esos paseos sabatinos, pero no sé
por qué a nosotros nos divertía. Sin embargo, a veces sazonábamos los paseos
con juegos como el del Volkswagen. Consistía en que el que viera primero
un Volkswagen escarabajo se anotaba un punto, pero si aparecía uno negro, el
que lo viera primero, hacía que los otros contrincantes comenzaran de nuevo
desde cero.
En
la avenida El Milagro, por donde hoy está la entrada principal de La Vereda
del Lago, había un auto cine. Solo pude ir una vez, cuando mi prima Edith
Borrero nos invitó a Gisela y a mí con su carro a ver El Padrecito con
Cantinflas. Fue todo un acontecimiento, el estacionamiento tenía unos tubos
como de metro y medio donde habían unos parlantes móviles que se colocaban en
las ventanas de los carros mediante una especie de ganchos. De vez en cuando
pasaban empleados del autocine ofreciendo a la venta refrescos, hamburguesas,
perros calientes y chucherías, a la vez que cuidaban que no hubiesen parejitas
que aprovechando la oscuridad, se apasionaran en mutuas caricias. La pantalla
gigante aun existe y la usan como valla publicitaria.
La Olimpíadas de México.
La Olimpíadas de México.
Tuve
consciencia de estos eventos con esta Olimpíada, desde estonces ha sido mi
espectáculo deportivo favorito, en esa época no habían en Venezuela
transmisiones vía satélite, de manera que lo único que había era un resumen de
la jornada al mediodía y en la noche. Yo vi todos esos resúmenes con mucho
interés y las tres cosas que más me acuerdo son: 1. Los 8,90 metros del
salto largo de Bob Beamon, record mundial que duró 23 años. 2. Los 2,24
metros de Dick Fosbury en salto alto. Para mi fue una tremenda lección la que
me enseñó este atleta, no rompió el record mundial1, pero ganó la
medalla de oro con un estilo inventado por él y ahora llamado Fosbury flop.
Fue muy emocionante ver a todos los competidores con el estilo clásico y solamente
él saltando de espalda, fue un verdadero pionero, rompedor de paradigmas y
tanto es así que ahora es el estilo normal de hacer el salto de altura. Fue un
personaje de una gran personalidad y de mucha confianza en sí mismo2.
Y el número 3. La medalla de oro de Francisco “Morochito” Hernández, la
primera medalla de oro de Venezuela en unos juegos olímpicos. Eso fue todo un
acontecimiento en el país, el verdadero héroe deportivo.
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Dick Fosbury y su salto de 2,24 m |
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Morochito Rodríguez, medalla de oro |
Y
hablando de deportes, en agosto se inauguró el flamante complejo deportivo que
constaba de un gimnasio cubierto con el nombre de Belisario Aponte (pero todo
el mundo le decía “el gimnasio cubierto”), el estadio de béisbol, Luis Aparicio
“EL Grande” y el estadio Olímpico Pachencho Romero, con su modernísima pista de
tartán. La inauguración estuvo a cargo del presidente Raúl Leoni el 17 de
agosto de 1968.
Otras
realidades del país
En 1968 comenzó la construcción del Complejo Petroquímico El Tablazo, el gobierno hizo mucho publicidad sobre esto, ¡y en verdad se justificaba!, era procesar materia prima de derivados del petróleo para producir materia procesada agregándole valor a nuestro recurso natural no renovable. El slogan repetido por múltiples medios era El Tablazo marca el paso. No me imaginaba que iba a pasar 29 años de mi vida en ese complejo petroquímico (1986-2015).
En 1968 comenzó la construcción del Complejo Petroquímico El Tablazo, el gobierno hizo mucho publicidad sobre esto, ¡y en verdad se justificaba!, era procesar materia prima de derivados del petróleo para producir materia procesada agregándole valor a nuestro recurso natural no renovable. El slogan repetido por múltiples medios era El Tablazo marca el paso. No me imaginaba que iba a pasar 29 años de mi vida en ese complejo petroquímico (1986-2015).
Era
la época de la guerrilla izquierdista, este asunto estaba fuerte en Falcón,
Trujillo y norte de Portuguesa. El novio de una muchacha que trabajaba como
doméstica en nuestra casa, llamada Cira, era un soldado del ejército a quien lo
enviaban mucho a esas zonas a controlar a los rebeldes. Ellas nos contaba los
cuentos que le echaba su prometido sobre sus experiencias con la guerrilla. Por
esos años hubo varios secuestros de aviones comerciales venezolanos, les
cambiaron la ruta para llevarlos a Cuba, al menos fueron dos, al final los
secuestradores se entregaron pero un buen susto nos llevamos todos. Recuerdo
que una vez que fuimos a despedir a un amigo de mi papá al aeropuerto, y justo
antes de abordar mi papá le dijo Ya sabéis, si te llevan para Cuba me traéis
una guayabera, que las de allá son muy buenas.
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Afiche en las elecciones del 68 |
En
diciembre se realizaron las elecciones para Presidente y el Congreso de la
República. Rafael Caldera, quien ya se había lanzado como candidato para las
elecciones de 1947, 1958 y 1963 (creo que es un record mundial), resultó
ganador. Los otros contrincantes fueron Gonzalo Barrios por Acción Democrática,
partido que desde esa elecciones usó el color blanco (antes era negro), Luis
Beltrán Prieto Figueroa y su partido Movimiento Electoral del Pueblo (MEP),
formado por ex militantes de AD. Por cierto, muy original fue el símbolo de
este partido, ¡una gran oreja!, la oreja del profesor Luis Beltrán, tenía
orejas grandes, quizás quisieron simbolizar que este partido sí que escuchaba
al pueblo. El otro era Miguel Ángel Burelli Rivas apoyado por URD y otros
partidos menores. Recuerdo que el slogan de Caldera era ¡El Cambio va!,
se escuchaba por todas partes, y la ciudad estaba inundada de cartelitos con la
cara del candidato y su slogan.
En
la televisión
La televisión de aquella época me parece que tenía más influencia que en estos tiempos, con tan reducida cantidad de canales, casi todo el mundo veía lo mismo, el mensaje no se diluía tanto como pasa ahora. Habían programas cómicos como Radio Rochela y El Show de Joselo, que imponían sin querer expresiones que muchos luego incorporarían a su léxico cotidiano… saludos como ¡euuuú!, o el ¡bueno veldá!, o el ¡bueno, pero bueno, pero bueno no! de Julián Pacheco, el tercio del pueblo que hace reir a su pueblo. Un ejemplo de esto era Catch as catch can o la “Lucha libre americana”, que lo transmitían en el canal ocho (CVTV), los sábados a las 9 pm. El nombre era simplificado por el habla popular como cachascascán, era la eterna lucha entre los “técnicos” y los “rudos”, eufemismo para “buenos y malos”. Todos conocíamos a Bassil Battah y
su “pinza libanesa”, a su
hermano Jorge Battah y su “tirabuzón de la muerte” y El Doctor Nelson
y su “doble Nelson”, estos eran parte de los “técnicos”, entre los rudos
estaban El Gorila, El Dragón
Chino ayudado por la Dragona y luego por la Dama de las cadenas,
y por supuesto, El Gran Jacobo. Los lunes todos comentábamos sobre cómo
Bassil Battah esquivó una silla que le lanzó el Dragón Chino, o cómo Jorge
Battah, se estrelló contra una cámara de televisión cuando trató de aplicar el tirabuzón
de la muerte contra El Gorila. Me cuenta mi hermana, que estudiaba bachillerato
en el Colegio La Merced, que hasta en sus largas conversaciones telefónicas con
sus compañeritas, comentaban lo que ocurría en el ring, y lo buenmozo que se
veía Jorge Battah con su kimono. Y cómo olvidar la vez que el Dragón Chino
apostó a que se quitaría la máscara si perdía ¡y perdió!. Pues, se anunció que
en el programa de la siguiente semana el Dragón Chino cumpliría su promesa.
Todo el país estaba en suspenso, todos comentábamos sobre el tema, hasta que
llegó el momento, y efectivamente en una ceremonia, el Dragón Chino se quitó la
máscara, ¡pero tenía otra debajo!. En Venevisión pasaban también una Lucha
Libre, pero a nosotros nos gustaba Cachascascan.
La televisión de aquella época me parece que tenía más influencia que en estos tiempos, con tan reducida cantidad de canales, casi todo el mundo veía lo mismo, el mensaje no se diluía tanto como pasa ahora. Habían programas cómicos como Radio Rochela y El Show de Joselo, que imponían sin querer expresiones que muchos luego incorporarían a su léxico cotidiano… saludos como ¡euuuú!, o el ¡bueno veldá!, o el ¡bueno, pero bueno, pero bueno no! de Julián Pacheco, el tercio del pueblo que hace reir a su pueblo. Un ejemplo de esto era Catch as catch can o la “Lucha libre americana”, que lo transmitían en el canal ocho (CVTV), los sábados a las 9 pm. El nombre era simplificado por el habla popular como cachascascán, era la eterna lucha entre los “técnicos” y los “rudos”, eufemismo para “buenos y malos”. Todos conocíamos a Bassil Battah y
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Bassil Battah |
Otro
género que gustaba mucho eran las telenovelas, especialmente a las señoras y
muchachas. A veces los más pequeños las veíamos forzosamente puesto que, al
menos en mi casa, solo había un televisor y mi mamá y mi hermana se adueñaban
de él y a Jorge y a mi n nos quedaba otra sino calarnos una que otra
“teleculebra”, como eran sarcásticamente conocidas. Era el caso de Mamá
Trompeta con Sara García y todas aquellas con Marina Baura, José Bardina,
Adita Riera, Raúl Amundaray y así. El Derecho de Nacer con Albertico Limonta
(Raúl Amundaray) y Mamá Dolores (Zulma Sady) ¡duró más de dos años!.
El
Canal 2 (RCTV) comenzó a transmitir Sábado Espectacular con Amador
Bendayán, programa que algunos años después pasaría al Canal 4 (Venevisión)
como Sábado Sensacional.
Entre
los “enlatados” venidos del Norte, estaban El Super Agente 86, Daniel Boone,
El Gran Chaparral, Valle de Pasiones con Barbara Stanwyck, Lee Majors y
Linda Evans (¡la catirita que me gustaba mucho!), Hechizada, Los Locos
Addams, Los Vengadores con Diana Rigg (¡que también me gustaba
mucho!), Mi Marciano Favorito, Tierra de Gigantes, El Túnel
del tiempo, La Novicia Voladora y Perdidos en el Espacio, con
Guy Williams, me acuerdo que la presentación del primer episodio la hizo Isa
Dobles. Pero sin lugar a dudas, uno de mis favoritos era Meteoro, el “Rey
de las pistas”. Lo transmitían a eso de las 5 pm, yo llegaba del colegio a esa
hora, el bus me dejaba en casa a la misma hora en que empezaba el programa,
apuraba a mi mamá para que me abriera la puerta de la casa, entraba corriendo a
la sala donde estaba el televisor, tiraba
el bulto a por los aires, caía yo de
barriga en el sofá estiraba la mano y prendía el aparato casi siempre con el
intro Tarará, tararara, tara tararará Meteoro, Meteoro, Meteoroooo!... En
el capítulo de hoy veremos Meteoro contra el equipo Acrobático, o ¡el
Melange aun vive!, frase que aun los mayorcitos decimos cuando vemos algo
que teníamos tiempo sin ver funcionar y aun lo hace. Cuando pasaron la película
en el cine en 2008, llevé a mi hijo Sebastián dos veces (¡excusa para verla
yo!), aunque hubiera preferido que fuera tipo “comiquita”.
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Meteoro y su Max 5 |
En
los programas musicales estaban Renny Presenta, los domingos en horario
estelar, terminaba con su famoso… se terminó el show, los quiero mucho y
hasta pronto, luego el silvidito. La Gran Revista del Jueves, con
Alfonso Álvarez Gallardo era el otro espacio televisivo. En estos programas se
presentaban artistas como Olga Guillot, Héctor Murga, Palito Ortega, los
Shocking Blue (los de Venus), Tom Jones, Nancy Ramos, Mirla Castellanos entre
otros grandes artistas.
Aunque
fue en 1967, no quisiera dejar de mencionar la extraordinaria producción del
cuento llamado El
angelito más pequeño que protagonizó la hija menor de Renny, Rena
Fernanda.
Música
El limonero de Henry Stephen fue uno de los grandes éxitos musicales, casi creo que de todos los tiempos, al menos en Venezuela. Aun se escucha y hasta cantada en vivo por el propio Henry Stephen, ¡qué bárbaro!, es como Trino Mora, casi inmortal.
El limonero de Henry Stephen fue uno de los grandes éxitos musicales, casi creo que de todos los tiempos, al menos en Venezuela. Aun se escucha y hasta cantada en vivo por el propio Henry Stephen, ¡qué bárbaro!, es como Trino Mora, casi inmortal.
En
el mundo internacional los Beatles estaban en pleno esplendor, ese fue el año
de Hey Jude y Lady Madonna, Simon y Garfunkel con Mrs. Robinson, O.C.
Smith con Little green apples, Tom Jones con Delilah.
Películas
Algunas de estas películas son de 1967, pero en aquella época tardaban algo en llegar al país y llegaban hasta el año siguiente. Entre ellas El Libro de la Selva (Walt Disney), Al maestro con cariño (la vi en el Ávila), protagonizada por Henry Poitier, la canción aun se escucha (casualmente ayer la escuché dos veces en la radio local) y el Doctor Dolittle con Rex Harrison.
Algunas de estas películas son de 1967, pero en aquella época tardaban algo en llegar al país y llegaban hasta el año siguiente. Entre ellas El Libro de la Selva (Walt Disney), Al maestro con cariño (la vi en el Ávila), protagonizada por Henry Poitier, la canción aun se escucha (casualmente ayer la escuché dos veces en la radio local) y el Doctor Dolittle con Rex Harrison.
Germán
Montero Alcalá
6 de Noviembre de 2017
6 de Noviembre de 2017
NOTAS
1 El record mundial lo tenía Valery Brumel con
2,28m. Fosbury en México 68 estableció un nuevo record olímpico.
2 Recomiendo el siguiente
enlace que muestra la competencia de salto alto en México 68 con Dick Fosbury: El salto de Dick Fosbury
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