02
de agosto de 1980
Nos levantamos a las
7:00 am, luego del aseo corporal matutino, nos dispusimos a hacernos el
desayuno. Habíamos traído una cocinilla eléctrica con la que nos preparamos
unos huevos cocidos,pan y mantequilla1.
Después
de un largo rato por lo del desayuno en la habitación, y el desperezamiento,
salimos a dar nuestro primer paseo oficial por la capital antioqueña. Nuestra
primera parada fue el Parque Bolívar, donde se estaba realizando la
famosa Feria de San Alejo. En estas ferias, que se llevan a cabo todos los
primeros sábados de cada mes, artesanos profesionales y aficionados venden sus
productos a muy buen precio. El lugar es muy agradable gracias a sus grandes
árboles y a sus jardines. Frente al Parque Bolívar está la iglesia Catedral,
con su gran escalinata, donde los paseantes nocturnos se sientan para disfrutar
de la frescura de la brisa y dada su escasa iluminación, es un sitio muy
adecuado para encuentros románticos.
Después
de haber estudiado los mapas y toda la información turística que nos fue
suministrada, decidimos tomar un autobús que nos llevara hacia lo que para los
medellinenses es el sitio más hermoso de la ciudad: el Jardín Botánico.
El parque lleva el nombre del eminente botánico y naturalista colombiano
Joaquín Antonio Uribe (1858 - 1935), fue fundado en 1972 y de una guía
turística leímos: En el jardín botánico
podemos observar el orquideorama, coliseo permanente para la exhibición de
orquídeas en su ambiente natural, formado por centenarios árboles y follajes de
nuestras montañas. Dentro de él, al lado de una bella cascada se encuentran los
bohíos construidos por los indios cunas. Sede de famosas exposiciones internacionales
de las mismas, así como de otros eventos culturales y sociales...
Orquideorama (Google Maps, 2016) |
Allí conocimos a dos muchachas medellinenses, Dolly Pérez
y Beatriz Caro, ambas bachilleres y se encontraban en el parque estudiando computación
mientras esperaban su ingreso a la universidad. Hablamos con ellas sobre temas
como la problemática educacional de nuestros países y sobre la situación
socioeconómica. Hablando entre ellas me doy cuenta que usaban el
"vos" tal como nosotros en Maracaibo, pensé que nos estaban echando
broma tratando de imitarnos, cuando les hice el comentario una de ellas me
dijo, ¿cómo así?, nosotros también
utilizamos el "vos" aquí en esta zona del país, de esa manera
supe que no era exclusivo de los maracuchos ni de los argentinos, ¡en muchas
partes de Latinoamérica se usa!. Me parecieron muy buenas personas Dolly y
Beatriz, y como siempre hice a lo largo de mis viajes, les prometí enviarles
una postal de Maracaibo al regresar, ¡siempre cumplí!.
Luego de salir del Jardín Botánico fuimos al Parque
Norte, justo frente al Jardín Botánico y después a la Universidad Nacional de
Antioquía, que en ese momento estaba custodiada por guardias nacionales debido
a disturbios estudiantiles, sin embargo, la pudimos ver desde las afueras, son
instalaciones realmente hermosas, da gusto estudiar allí, como tantos lugares
de este ciudad, muchos jardines.
Dejamos el área de la universidad y caminamos y caminamos
hasta nuestra parte favorita de la ciudad: el centro. Está muy organizado y con
una moderna
infraestructura. Lo que más nos impresionó fue el edificio
Coltejer, en la calle 52, fue inaugurado en 1972 y tiene 37 pisos, es el más
alto de la ciudad. Nosotros apodamos al edificio "La Vedette", ya que
se veía desde toda la ciudad, de manera que nos servía de guía para saber hacia
dónde estaba el centro de la ciudad, cada vez que nos perdíamos solo buscábamos
a La Vedette y al ubicarla, ya nos orientábamos. Es prácticamente el
"landmark" de Medellín. Casi no hay postal de la ciudad donde no
aparezca el edificio Coltejer.
Edificio Coltejer (Google Maps 2013) |
En la noche, a eso de las ocho, fuimos a pasear por la
famosa Carrera 70, nos la habían recomendado mucho por restaurantes, grilles
(discotecas), heladerías y así. Gesualdo se antojó de meterse en un establecimiento
de juegos electrónicos, del tipo "pinball", el lugar estaba lleno de
muchachos entre 13 y 16 años. A José Manuel y a mí nos entró curiosidad por ver
el lugar y también entramos y no había pasado cinco minutos cuando todas las
maquinitas se detuvieron, dejó de sonar la música y en un instante estuvimos rodeados
por policías que no dejaban entrar ni salir a nadie, nos registraron a todos y
nos pidieron la identificación, José Manuel, al enseñar su pasaporte lo dejaron
tranquilo. A Gesualdo y a mí un policía nos hacía preguntas mientras
cuidadosamente revisaba nuestros documentos, confieso que me asusté un poco,
pero al ver que todo estaba en orden nos dejaron salir, lo hicimos
apresuradamente, casi corriendo, por si acaso se arrepentían de habernos
soltado. Según lo que le dijo un policía a José Manuel, era una inspección de
rutina buscando drogas.
Carrera 70 (Google Maps 2018) |
Monumento a La Vida (Wikipedia) |
Seguimos nuestra caminata por toda la carrera 70 hasta
llegar al final, podrá ser muy bonita, pero prefiero la avenida 5 de Julio de
Maracaibo. Nos tomamos un helado y regresamos caminando hasta el hotel pasando
por el Centro Sudamericana de Seguros donde vimos el altamente recomendado por
Dolly, el Monumento a La Vida, escultura del artista Rodrigo Arenas Betancourt
(1919 - 1995), y según nuestra amiga, la gente que viene aquí son realmente
personas. De nuevo en el centro de la ciudad, no vimos nada más interesante y a
las 11:30 pm, nos retiramos a nuestros aposentos.
03 de agosto de 1980
Un
nuevo día, domingo, a las 9 am salimos a dar nuestro acostumbrado paseo por el
centro que tanto nos gustaba, a las 11 llegamos a la Catedral, aprovechamos
para asistir a misa y de allí pasamos al Parque Bolívar donde una pequeña
orquesta deleitaba a los presentes con sus armoniosas y alegres notas
musicales, más adelante nos topamos con un grupo de personas que rodeaban a una
especie de "médico brujo" que tenía encantada a su público y nosotros
también nos quedamos a escucharlo. Tenía una culebra en una caja e iba a
mostrar cómo curar las mordeduras de serpiente y muchas otros remedios para problemas
de salud. Vimos varios de esos personajes en Medellín, gente que en la calle
con sus envolvedores discursos venden cualquier cosa a quienes lo escuchan, los
paisas son unos verdaderos maestros en el arte de la retórica.
Tomamos un autobús que nos dejó al pie de un cerro en
cuya cima hay un parque llamado "Pueblito Paisa". Este lugar es una
réplica muy bien lograda de un típico pueblo antioqueño, también hay un mirador
desde el cual se puede observar gran parte de la ciudad.
Regresamos al centro caminando, pasamos nuevamente por el
Monumento a La Vida, tomamos algunas fotos por los alrededores1.
Vimos un restaurante llamado "Doñana", ya casi al final de la tarde,
de manera que, como con frecuencia nos ocurrió a lo largo de nuestro periplo,
fue nuestro desayuno-almuerzo-cena.
Hora de dejar la capital de Antioquia y seguir a nuestro
próximo destino: Cali. A las 7 pm hicimos el check out en nuestro Hotel Cannes
y a las 7:30 pm ya estábamos en el Terminal de Pasajeros. Tomamos un autobús
expreso que nos llevaría a Cali, el bus comenzó a moverse puntualmente a las 8
de la noche, tuve la suerte de que mi compañera de asiento fue una muchacha del
Valle del Cauca, llamada Luzdary, es increíble, pero cuando le pregunté su
nombre me dijo solo "Luzdary", luego le dije Luzdary qué, ¿quizás Oliveros? y lo sorprendente fue que me dijo
que sí, que cómo lo sabía, le respondí que ¡fue adivinado!, es tan poco
probable que haya adivinado que ese fuera su apellido, que en realidad tengo
dudas que ese fuera su apellido, pero me dio su dirección para enviarle la
acostumbrada postal y tiempo después de haber regresado a Maracaibo, recibí una
carta suya.
Íbamos en la mitad del autobús, y Gesualdo, a pesar de ir
sentado con las piernas estiradas, se sentía muy incómodo, él es un individuo
como de 1,80 metros de altura, de manera tal que no aguantó la postura que
tenía en el asiento y sin pensarlo mucho tomó una chaqueta (la mía, por
cierto), la puso en el pasillo y se acostó allí. Pensé que sería una cosa
pasajera, que no aguantaría mucho en ese plan, pero duró más de una hora así.
Me imagino la molestia de los pasajeros que querían levantarse.
Como a las once de la noche nos detuvimos en un sitio
donde había un restaurante de camino muy pequeño, era la parada para comer,
estirar las piernas e ir al baño. Gesualdo fue el primero en bajar, yo estuve
un rato más, pero al fin bajé y le pregunté a mi compañero si había orinado, me
dijo que sí, y le pedí que me indicara dónde estaban los urinarios, Gesualdo,
sonreído me dice: ¿ves a ese viejito al
lado del mostrador donde se pide la comida?, bueno, ¡ese señor lo que está es orinando!. ¡Era un baño a la vista
de todos!, el de los caballeros, el de damas si estaba en un sitio cerrado. No
me atreví a hacer de aguas menores allí, de manera que busqué un lugar retirado
y de poca luz en las cercanías del "restaurante", para desalojar mi
vejiga.
NOTAS
2 Lamentablemente no he encontrado las fotos del viaje,
aun no pierdo las esperanzas de encontrarlas, mientras tanto estoy colocando
fotos tomadas de Wikipedia (que son de dominio público) y otras tantas de Google
Maps.
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